El pasado jueves 10 de Febrero los alumnos de 4º de ESO del colegio Artai hemos ido de excursión a Camariñas. La salida estaba programada para las 8:45 y llegamos a la conservera Cerdeimar a las 10 de la mañana aproximadamente. Nos recibió nuestra guía, Mari Luz, una señora que trabaja en la fábrica. Nada más llegar nos tuvimos que poner una especie de patucos para visitar las instalaciones.
Subimos unas escaleras y nos dirigimos al lugar por el cual entraba el atún. El pescado venía congelado para que no sufriera daños durante el transporte. Subía por una cinta y un trabajador les cortaba la cabeza, la cola y un trozo del pecho.
Después va por otra cinta hacia unas cajas enormes de metal en las cuales se va a cocer. Después de la cocción, el pescado es llevado a los empleados que allí trabajan, la mayoría mujeres. Están sentadas en unas mesas y van limpiando el atún, sacándole la piel, las espinas…
La verdad es que el trabajo parece muy duro, todos los día de tu vida allí sentada limpiando pescado y con un olor que no soportan todos los estómagos. Después de limpiarlo toca envasarlo. Hay dos formas, en latas de mayor o menor tamaño o en bolsas. Se llena el recipiente de aceite y después con atún en este caso, otros días también fabrican otras conservas. Las latas se cierran y se meten en unos enormes tanques en los que se mantiene con vapor de agua para que los productos aguanten y se conserven.
Hay una parte del atún que se llama “ventresca”. Es la parte del lomo del pescado, la parte más sabrosa y también la más cara. Esta no sigue el mismo procedimiento que el resto del atún, otras señoras la preparan a mano y también meten cada trozo en la lata.
El día anterior habían hecho sardinas en escabeche. Una señora sacaba las latas de las cajas después de que se cocieran e iban por una cinta. Otra empleada las colocaba bien y apartaba las latas con sardinas mal colocadas. Continuaban por la cinta y se les echaba el escabeche que estaba en un bidón. Después se limpiaban los restos de salsa de la lata con chorros de agua y más tarde en recipientes llenos de agua también.
Al final de la visita, nos dieron como regalo tres latas de atún a cada uno, con el logotipo de Conservas Boya.
Después de salir de la conservera Cerdeimar fuimos a Cabo Vilán. Es un lugar muy bonito con un faro nuevo y uno viejo. El nuevo fue construido debido a una catástrofe de un barco inglés.
El viejo no funciona y fuimos a visitarlo por un camino bastante escarpado. Sacamos fotos, contemplamos las maravillosas vistas y bajamos. Hacía mucho viento y el mar estaba muy ajetreado. Entramos a ver una especie de museo con objetos viejos de faro y nos fuimos. Desde el autobús vimos el parque eólico, que es el segundo que más energía produce de España. También vimos una piscifactoría de rodaballo al lado de la costa. Llegamos a Carballo a las 13:00 horas.
Camariñas on PhotoPeach
Moi boa a explicación de todo o día, moi pero que moi boa
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